«Cómo vamos construyendo el imaginario sexual masculino (y destruyendo el femenino). Un ejemplo práctico», por Víctor Sánchez 1


 

Supongo que en esta vida, todos tenemos nuestro momento y nuestra etapa del proceso de concienciación que «perseguimos», tratamos de alcanzar, o en algunos casos, simplemente ignoramos…

Momento o proceso, que por supuesto, no tiene que ser ni mejor ni peor, ni antes ni después, que el (proceso) de otra persona cualquiera.

Es simplemente, mi parte o momento del proceso, de darse cuenta de cosas que antes, simplemente, te parecían que estaban bien porque a una u otra persona se lo escuchabas decir o leer en alguna publicación y «tenía sentido».

Es la diferencia entre saber que tienes que despertar (y levantarte) o sentir que por fin abres los ojos (por ti mismo)…

(sí, lo sé, mi “momento” me llega tarde, muy tarde, pero es cuando me ha llegado, ¡¡¡qué le voy a hacer!!!)…

 

Ayer vi por primera vez, de forma casual porque no suelo estar al tanto de las novedades musicales, un vídeo, una canción en YouTube, que me llamó poderosamente la atención, me chocó, y me incomodó de la forma en que quizás ningún otro vídeo ha conseguido provocar, al menos no de esta manera en su primer visionado.

Sé que durante este verano se está hablando y mucho de otros casos muy similares (o peores), como el famoso “Despacito” de Luis Fonsi y Daddy Yankee -recordemos, 3.800 millones de visionados hasta el momento, casi nada- o el “Cuatro Babys” de Maluma.

 

Pero en esta ocasión, la canción que yo quería comentaros,, es la última de Shakira con Nicky Jam, titulada “Perro Fiel”, vídeo estrenado hace muy poquitos días.

 

Después analizaremos con detenimiento la letra de la canción (que también tiene tela), ya que, a mí, lo que me llamó la atención, de primeras, fue el plano con el que se abre el vídeo, el que reflejamos en la captura de pantalla que presentamos aquí encabezando este artículo, el primer “detalle” con el que captar la atención del espectador (hombre) para que siga devorando los tres minutos y quince segundos que dura el vídeo…

Así que, puestos a ponerse críticos (ya es hora), vamos a intentar hacer un pequeño ejercicio de reflexión masculina sobre la utilización del cuerpo de la mujer en escenarios tan aparentemente “normales y cotidianos» como en el último vídeo de Shakira…

Para ello, y para ponernos en el marco adecuado de análisis,  buscamos en internet una de las primeras definiciones de que es eso de la cosificación del cuerpo de la mujer (por si hace falta aclararlo o detallarlo detalladamente)…

 

“La cosificación es el acto de representar o tratar a una persona como un objeto (una cosa que puede ser usada como uno desee).

Esta forma de violencia simbólica somete a todas las mujeres a través de diferentes medios:

La publicidad · Las revistas · Las series de televisión · Las películas · Los videojuegos · Los videos musicales · Las noticias · La televisión, etc.

La cosificación puede presentarse de diferentes formas, pero principalmente:

Sexual: consiste en representar a una persona como un objeto sexual, ignorando sus cualidades y habilidades intelectuales y personales, reduciéndola a meros instrumentos para el deleite sexual de otra persona. Solo se muestran algunas partes del cuerpo femenino pero no se muestra la cara de la persona.”

 

 

Hay un principio BÁSICO fundamental para considerar que el cuerpo de una mujer está siendo cosificado.

En publicidad, por ejemplo, cuando el cuerpo de una mujer (generalmente parcial o totalmente desnuda) acompaña a un producto que en nada tiene que ver al cuidado o vestimenta del cuerpo femenino (en donde podría “justificarse” en según qué casos, la utilización de esa imagen), por ejemplo, un coche, se comprende y de manera lógica, que es un uso indebido del cuerpo de la mujer, como objeto impersonal, como objeto pretendidamente impersonalizado, en definitiva, como objeto para el uso, disfrute, y “promoción” de un producto a costa de la imagen, del cuerpo, de «una mujer» (ése es el primer y grave error, considerar en el mejor de los casos que se está utilizando el cuerpo de una única mujer, al antojo del «ingenioso» publicista de turno, aún costa, de no plantearse que se está alimentando y desarrollando un estereotipo o rol de mujer de una determinada manera, que después en mayor o menos medida, muchas mujeres, chicas y niñas, considerarán normal y normalizado.

En el otro lado de la ecuación, iremos pervirtiendo con el mismo comportamiento pero sin dirigirnos a ellos de la misma manera, un modelo sexual imaginario masculino, en donde la mujer tendrá la función de agradarle permanentemente y estar a su eterna y entera disposición. Casi nada.

 

Aquí simplemente, me quiero remitir a una imagen, a un plano (que después se repetirá hasta un máximo de 3 veces a lo largo del metraje del videoclip durante muy escasos segundos, pero suficientes para quedarse bien “alojados” en la retina y mente del espectador), que es el que ha animado el inicio de esta pequeña reflexión.

Un plano con el que empieza el vídeo y que consigue y con diferencia, el “objetivo” por el cual se presenta de esta manera (captar la atención del público espectador –masculino sobre todo-  desde el primer momento).

Tres hombres tocando aparentemente lo que podría ser un “violonchelo”, sino fuera porque, en su lugar, lo que se está tocando es el cuerpo de 3 mujeres ejerciendo (no se me ocurre otra palabra más adecuada) la función de mero “instrumento” (¿musical?).

Sí.

Sé que con frecuencia se ha comparado la “fisonomía” del cuerpo de la guitarra (española) con el de una mujer.

Todo un “clásico” del imaginario masculino integrado en la sociedad cultural.

Pero vamos a intentar trascender esa mínima teoría o imagen prediseñada, que no conduce a nada (más) y vamos a centrarnos en otro debate…

Cuerpos de mujer de espaldas, semidesnudos, en posición inferior al que ocupa el hombre. Aparentemente abrazándoles, con un gesto cercano al apoyar su cabeza en el pecho de ellos.

Por el contrario, los hombres sujetan el cuello de las mujeres en un gesto, en una posición, que parece más “agarre” que “apoyo” simplemente.

Ya empezamos a (des)equilibrar la balanza de forma sutil, pero poderosa (recordemos que cuando tengamos «dudas» razonables o no, de si está utilizando o cosificando el cuerpo de una mujer, solo hace falta «cambiar la perspectiva» y poner a los hombres en el lugar de las mujeres y viceversa. Si el resultado es como mínimo «ridículo», ya tienes el resultado a tus «dudas razonables»).

Las mujeres que aparecen en la imagen, sentadas, podrían estar de rodillas, incluso con menos o ninguna ropa (¿están los violonchelos en la realidad medio vestidos o enteramente desnudos, puestos a seguir con la metáfora visual?) pero entonces sería demasiado explícito y evidente, que la posición elegida para esta estratégica colocación de cuerpos en el plano del vídeo, recordaría “inevitablemente” (ya, de forma menos sutil) a la posición en la que podrían estar esas mujeres realizando una felación a esos hombres, que recordemos, se muestran tan elegantes y tan “vestidos” (a diferencia de ellas, ellos no tienen que presentarse semi o enteramente desnudos).

Seamos pues más sutiles.

No sea que se nos echen encima “las locas radicales exageradas de siempre”…

Las sentamos, con las piernas abiertas, dejando que los hombres se acerquen a ellas, las “agarren” del cuello, y las dirijan hacia sus cuerpos.

Poder, sometimiento, autoridad, indefensión.

Las 4 primeras palabras que me surjen al ver dos segundos y medio este plano.

Supongo que si preguntamos a las mujeres que llevan señalando y denunciando años este tipo de recursos o usos tremendamente sexistas y machistas del cuerpo de la mujer, nos podrían ofrecer una lista interminable de lo que a ellas como mujeres, les produce una imagen semejante.

Quizá a vosotras o a vosotros os sugieran otras diferentes que las que a mí me produce. No sé. Es posible. Me temo no ser ningún experto en el tema. Estoy dejando simplemente volar mi imaginación y sacar alguna reflexión al respecto.

La buena o mala noticia es que no hace falta ser un gran experto para analizar lo que el director de este videoclip (¿lo adivinan? Si. Un hombre -Jaume de Laiguana-) ha querido mostrar o reflejar con esa imagen.

Lo que interesa es saber lo que a ti te transmite o no te transmite, y si, en caso contrario, damos por supuesto que al no necesitar hacernos ese pequeño gran análisis, lo que recibimos (como otros muchos miles de mensajes visuales y no tan visuales a lo largo de nuestra vida) lo entendemos como nuestra forma natural de ver y sentir nuestro propio entorno, nuestra vida, y la relación que mantenemos con los y las demás en nuestros respectivos procesos de socialización.

Apenas son planos de 1, 2 o a lo sumo 3 escasos segundos, que se repiten en algunas ocasiones, sobre todo al principio del vídeo, de manera introductoria (después ya se encarga Shakira de subir el “nivel” erótico del vídeo por sí sola para el público masculino, ya que parece que a Nicky Jam, no le corresponde hacer la misma función).

Y por aquello de “reforzar” el ya de por sí convincente y potente mensaje visual, vamos a darnos una vuelta por la letra de la canción, a ver qué más nos cuenta…

 

Letra de la canción

Shakira:      Aquí estás

Ya no puedes detenerte

Nicky Jam: ¿Dónde vas?

Si estoy loco por tenerte

Shakira:      Cómo lo iba a saber

Que te vería otra vez

Nicky Jam: Tú me confundes, no sé qué hacer

Yo lo que quiero es pasarla bien

Shakira:      Yo tengo miedo de que me gusté

Y que vaya a enloquecer

Nicky Jam: Si eso pasa yo seguiré

Contigo aquí como un perro fiel

Shakira:       Yo tengo miedo de que me gusté

Y que vaya a enloquecer

Nicky Jam: Te hablo en serio mai, no estoy jugando

Tanto tiempo pasa y nada

Estas ganas no me aguanto

Y aunque tú me esquives, yo te sigo deseando

Dicen que tú eres peligrosa

No le hago caso a esas cosas

Dime qué está pasando

Me tienes como un loco, soy un loco enamorado, eh

Shakira:      Quiero saber cuánto me vas a insistir

Y hasta dónde llegarías por mí

Siento mucho la espera

Pero valdrá la pena cuando te esté besando

Nicky Jam: De la manera que te mueves así

Yo te lo juro me voy a derretir

Shakira:      Tú sabes que soy buena

Por más que yo te esquive me sigues deseando

Nicky Jam: Tú me confundes, no sé qué hacer

Yo lo que quiero es pasarla bien

Shakira:       Yo tengo miedo de que me gusté

Y que vaya a enloquecer

Nicky Jam: Si eso pasa yo seguiré

Contigo aquí como un perro fiel

Shakira:       Yo tengo miedo de que me gusté

Y que vaya a enloquecer

Enloque-que-quecer

Yo no pido nada extraordinario

Solo un hombre de verdad

Que se tire por mí al barro

Que cambie las bombillas o hasta que me lave el carro

Quiero un tipo atento y cariñoso

Pero que no sea muy celoso

Que en la calle sea un príncipe

Pero que en mi cama sea salvaje y peligroso

Nicky Jam:  Puedes pedir lo que quieras de mí

Yo haría lo que fuera para ti

Shakira:        Siento mucho la espera

Pero valdrá la pena cuando te esté besando

Nicky Jam:  Yo estoy seguro que estoy hecho pa’ ti

Yo te lo juro no te haré sufrir

Como te dije nena

Por más que tú me esquives, te sigo deseando

Tú me confundes, no sé qué hacer

Yo lo que quiero es pasarla bien

Shakira:        Yo tengo miedo de que me gusté

Y que vaya a enloquecer

Nicky Jam:  Si eso pasa yo seguiré

Contigo aquí como un perro fiel

Shakira:        Yo tengo miedo de que me gusté

Y que vaya a enloquecer

Enloque-que-quecer

Aquí estás

Ya no puedes detenerte

Nicky Jam: ¿Dónde vas?

Shakira:       ¡Oh!

Nicky Jam: Si estoy loco por tenerte…

 

——————————-

 

Reflexiones que después de leer esta letra de la canción, me vienen a la mente:

Aquí estás. Ya no puedes detenerte. No sabía que ibas a volver (¿siente miedo ella de volverle a ver?)

Tú me confundes, pero tengo “claro” que quiero pasarlo bien contigo (los hombres siempre tienen claro lo que tienen en mente, y las mujeres son las que juegan con nosotros y nos hacer perder el tiempo con las prisas que tenemos en estos momentos de calentón).

Tengo miedo de que me guste, y enloquezca (las mujeres no saben lo que les gusta, déjame a mí decidir por ti, que yo sí sé lo que te gusta). No seas tonta y déjate convencer. No te resistas.

Si eso pasa (el enloquecer), yo seguiré insistiendo (porque me da igual lo que creas pensar, sé lo que te conviene y te gusta). Contigo hay que ir como un “perro fiel”. Me hago el corderito para dejarme conquistar. Te ofrezco una versión romántica de mi mismo para acabar de convencerte y después ya si eso hablamos y recupero mi papel predominante y masculino cuando haya conseguido lo que persigo desde el primer momento…

Repito: Tengo miedo de que me guste, y enloquezca (no se la ve muy convencida, no). Ella tiene temores y él deseos… Mala balanza para nada equilibrada.

Te hablo en serio, “chata”, llevamos mucho tiempo sin hacerlo, y ya me estoy poniendo nervioso e intranquilo, y aunque me esquives, yo seguiré insistiendo (no hace falta añadir mucho más, se me está acabando la paciencia contigo bonita).

Dicen que eres peligrosa, pero yo soy solo un “loco enamorado”. No juegues conmigo (otro clásico: la “maldad” de las mujeres y el “buenismo” honesto, sincero y romántico de los hombres. El clásico intercambio de “ellos ofrecen amor para encontrar sexo mientras ellas ofrecen sexo para encontrar el amor en ellos”. Cada uno y cada una en su papel bien aprehendido).

Quiero saber cuánto vas a insistir (como prueba de tu amor), y hasta dónde llegarías por mí (¡¡qué miedo!!). No te preocupes, te hago sufrir, siento que te estoy haciendo esperar demasiado, juego contigo, pero ya verás cómo después merecerá la pena…

Viendo cómo te mueves y me excitas, me derrito y tengo problemas para aguantarme y no asaltarte directamente (recuerda, soy un hombre, y uno tiene sus necesidades).

Tú sabes que soy buena, solo estoy jugando un poco contigo, ¿qué pensarían de mí sino me resistiera al menos un poco? (pues pensarían que eres una puta, una “cualquiera”, otro de los clásicos del imaginario del amor romántico, donde ellos dan rienda suelta a sus fantasías sexuales, y ellas esperan a ser conquistadas y satisfechas por un hombre).

Me confundes, me mareas. Cuando yo lo único que quiero es “pasarla bien” (me da igual lo que a ti se te pase por la cabeza, aquí lo que importa son mis deseos).

Yo no pido nada extraordinario. Solo un hombre de verdad. Que cambie las bombillas, que me lave el carro, un tipo que sea atento y cariñoso, que no sea muy celoso, que en la calle sea un príncipe pero que en mi cama sea salvaje y peligroso……………

¿Seguimos o es suficiente?

 

Cultura de la violación lo llaman. Por si desconoces el significado de este término, y te apetece indagar un poco…


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